domingo, 20 de enero de 2008

Supiste una vez de una canción verde

Supiste una vez de una canción verde,
Notas azules y ritmo estrellado.
Nubes llenas de recuerdos y abrazos
Tardíos sueños, imposibles de vanos.

Entonces llegaste, delgada y fría,
Tiraste del fruto del árbol sereno,
Tirabas con fuerza, rabia, anhelo,
Llenabas de ceguera tu alma de hielo.

Silbabas entonces una melodía triste,
Morada, gris, azul, como el cielo,
Más ya no quisiste ver más, sin remedio,
Te llenaste de soledad y de cristal negro.

Supiste al menos de una canción verde,
Con notas alegres y ritmo esperado,
De caminos abiertos, vivos, acicalados,
Preciosas piedras y cantos rodados.
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1 comentario:

Anónimo dijo...

Una maravilla.